El papa Francisco salio este miércoles en defensa del reposo dominical, día de misa y descanso para los católicos, una tradición que según él se está perdiendo en muchos países.
"La celebración dominical de la eucaristía está en el centro de la vida de la iglesia", dijo el papa durante la tradicional audiencia general de los miércoles.
"Lo comprendieron, desde el primer momento, los discípulos de Jesús, que celebraban el encuentro eucarístico con el Señor el día de la semana que los judíos llamaban 'el primero de la semana' y los romanos 'día del sol'", explicó.
Según Francisco "algunas sociedades secularizadas han perdido el sentido cristiano del domingo, iluminado por la Eucaristía" y recordó que para que la iglesia es "un día de alegría y de liberación del trabajo"
"La abstención dominical del trabajo no existía en los primeros siglos, es un aporte específico del cristianismo. Por tradición bíblica los judíos descansan el sábado, mientras que en la sociedad romana no estaba previsto un día semanal de abstención de los trabajos serviles", recordó.
"Fue el sentido cristiano del vivir como hijos y no como esclavos, animado por la Eucaristía, el que hizo del domingo el día de descanso casi universalmente", aseguró.